SiLVia CaMPoS
Filóloga y "tejedora" de traducciones con 💙
— Staff Translator
«Sin traducción habitaríamos provincias lindantes con el silencio» George Steiner
¿Qué sería de nosotros frente a los miles y miles de mensajes escritos y/o dichos en otros idiomas, y que no comprendemos, sin la ayuda de los traductores? Definitivamente, viviríamos en un profundo silencio, como dijera George Steiner, no nos comunicaríamos globalmente y estaríamos destinados al olvido. ¡Qué triste existencia!
Bajo estas líneas y refugiada
tras un teclado y pantalla de ordenador me "escondo" yo, de nombre Silvia Campos: una "tejedora amateur" de traducciones. Para definirme de forma más
precisa usaría el término aristotélico “traductora en potencia” o el término inglés "budding translator".
Me enseñaron a "tejer" en la Universidad de Murcia los profesores del Departamento de Filología Inglesa. A la Filología, muy buena ella, le debo sobre
todo unas bases lingüísticas y culturales firmes que he
podido aplicar a la edición textual y a la interpretación literaria.
Soy filóloga por titulación, traductora por vocación y amante de la escritura por devoción. El inglés siempre me resultó
fácil y comprensible pero no supe de verdad cuánto podía amar una lengua
hasta que descubrí realmente el castellano. Esto se lo debo a mis profesores de Latín en Bachillerato, que plantaron la semilla, y a los de Literatura en la Universidad, que la regaron.
Tejer. tr. Componer, ordenar y colocar con método y disposición algo
La traducción me permite disfrutar del lenguaje y ampliar mis conocimientos en terminología especializada. Para mí es un puente hacia la comunicación y el entendimiento global y una excelente técnica de estudio y aprendizaje constante. "Tejo" cada texto de manera artesanal, a gusto, en orden y sin prisa, haciéndome acopio a priori de unos buenos hilos. No llevo la etiqueta de profesional, es más, no soy profesional. Aprendo de manera autodidacta e intento mejorar con una "máquina tejedora" llamada OmegaT.
El resto de mis pasiones se enmarcan en el terreno de lo cotidiano, en el placer de las cosas pequeñas que nos rodean a diario. Escribir despierta mi creatividad, y en la lectura encuentro mi fuga de la realidad, siempre en dosis moderadas, para no levantar los pies demasiado del suelo.
Cita destacada
«Los límites del lenguaje son los límites del mundo» Ludwig Wittgenstein